Cuando naces o vivís en lugares considerados que son «donde la vida no vale nada» te toca cargar con prejuicios y burlas sociales. Pero además luchar con las realidades de un entorno que desfavorece o incluso te limita el deseo de soñar.
En la teoría de comunicación para el desarrollo (C4D) se habla de la desviación positiva; refiriéndose a esas personas, decisiones o actitudes que en medio de un entorno negativo hicieron algo diferente que les llevó a cambiar la situación actual
Básicamente en países como los nuestros (Latinoamericanos) nos toca jugárnosla a héroes y heroínas en nuestras vidas y entornos todo el tiempo. Lo que para jóvenes de otros mundos es «lo elemental» la mayoría de nosotras/os debemos conseguirlo con sacrificios, luchas y vulnerabilidades.
A las personas que logran dar saltos positivos las llamamos: Valientes, pero quisiera que llegara el día en que la valentía no sea una opción de sobrevivencia ante lo que por derecho todos los seres humanos deberíamos tener.
Provengo de Nicaragua, crecí en Ciudad Sandino, el antiguo Open 3. Un lugar que ha sido objeto de constantes burlas como: los terremoteados, ciudad macabra, ciudad machete, ciudad gótica, etc.
El común denominador de estos adjetivos referencia a la condición de vida (infraestructura, comportamiento de los sectores vulnerables) «apariencias» que incluso han provocado que algunos jóvenes se apenen de reconocer su procedencia.
Sin embargo y a pesar de las dificultades económicas este municipio ha incubado profesionales de diferentes categorías y con habilidades diversas para Nicaragua, ha ido creando su identidad en medio de las idas y venidas de poblaciones después de cada «desastre natural» que ocurre en Managua y sus alrededores.
La Desviación positiva, por lo tanto, significan esa enorme cantidad de hombres y mujeres que provienen de sectores donde estudiar y profesionalizarse ha sido una carrera tipo Survivor, Fear Factor y hasta algo de Walking Dead.
Conozco historias (incluyéndome) de jóvenes que han sido discriminados porque en la Universidad no tenían la ropa de moda, porque el dinero que llevaban solo alcanzaba para las copias y pasaje en bus, porque la tecnología llegó tarde a sus vidas. Porque eran «chinela e´gancho»
Tuve un episodio, cuando tenía 21 años que expresé frente a alguien: quiero algún día tener un carro y la persona respondió: No todo es posible en la vida, yo quisiera ser el director de Playboy y nunca lo voy a lograr. No es necesario que soñés tanto.
Y mira si es grande el destino y esta ciudad es chica (diría Arjona) hace unos años le ofrecí ride hacia Managua.
Más allá de limitarme por ese comentario o en el peor de los casos creerme superior, me permití entender que hay varios tipos de personas indolentes a la realidad de algunos sectores y que sus actitudes no están en mis prioridades.
Así avancé por el mundo, enfocada en mi visión de vida y puedo decir que hasta el momento voy haciendo buen trabajo.
Es importante señalarles que estar enfocada o tener éxito no ha significado tener o no vehículos o bienes materiales, significa garantizarme calidad de vida basada en gestión de mi salud, educación al mejor nivel posible, coherencia y bienestar espiritual conmigo misma y con la gente que amo. Y además… propiciarlo para quienes lo necesitan.
Hoy, que me encuentro en una nueva etapa, me permito agradecer por haberme desviado de las predicciones que la sociedad tiene para quienes provienen de zonas excluidas.
Es mi deseo motivar a más mujeres jóvenes (hombres también) que vayan contra la marea que les tocó navegar si es que esa marea no les permite calidad de vida. Que durante el camino perciban las malas intenciones y las compañías que pueden opacar su búsqueda.
Gestionen su felicidad y crean en la posibilidad de crear su propia historia.
Agradezco tus palabras, que articulo mas acertado al contexto de las juventudes. Sigue adelante
Me gustaMe gusta
Jefa encanto volver a leer su
relatos que motivan seguir adelante. Muestra lo que somos y para lo que nacimos. TQM
Me gustaMe gusta